domingo, 11 de noviembre de 2007

Perdiendo el tiempo

Domingo, por la tarde, tipo... 17:30. Nada que hacer. Tenía ganas de perrear (es decir, leer, escuchar música,...), porque entre semana le regalo todo mi tiempo a la empresa en que trabajo (porque son majetes) y se añora la vida silvestre (la-la-lalala-lalalalalaaa). Pero como ha sido un fin de semana largo (es un decir; un fin de semana nunca puede ser largo), pues ya lo hice ayer, y hoy... "meaburro!" (léase como lo diría Homer).
Y en estos momentos me pregunto por qué me quité de aquella página de contactos, que podía haber puesto punto final a mi solitaria existencia. No es que no tenga amigos, es que la mayoría tienen pareja, y el domingo es el otro día pseudo-oficial de la pareja (después del patrocinado por el capitalismo).
Estuve dos meses, exponiendo mi fotito, con un texto (en la jerga, "anuncio", lo que según Wikipedia, "es un mensaje destinado a dar a conocer un producto... con propósito persuasivo..." lo que me devuelve una imagen de mí misma que no me gustaría que se entreviera en mi anuncio) , como decía, con un texto ingenioso, y una descripción vulgar sobre mí (qué música te gusta, qué comida, cuánto mides y pesas,... me extraña que no preguntara por mi color favorito). Y con eso, pretendía yo que otro descreído del medio, pero frustrado porque su círculo parecía no ampliarse hacia el lado adecuado y porque el 95% de la gente con la que trabaja fuera de su mismo sexo, pretendía que ese alguien interesante, con su fotito de chico normal-con un punto-atractivo, su texto ingenioso, y su descripción inevitablemente infantil e inútil para los efectos, contactara conmigo. Y una de dos, o no me vio (es alucinante la cantidad de gente que hay ahí metida), o estaba en un bar usando la forma tradicional para conocer a una sucedánea mía. Pocos pasaron la primera prueba: decir algo ocurrente. Ninguno la segunda (me la guardo). De cualquier forma, me resistía a quitarme (alimentaba mi ego cada mañana revisando cuánta gente había respondido a mi anuncio -está torcidita la palabra porque me ha dado un escalofrío al escribirla-), hasta que un día, volviendo a casa en el tren, un chico se quedó mirándome fijamente. Cuando lo noté, le miré, y la mantuvo. La quité. Y seguía notando su mirada sobre mí. Y así la media hora que duró el trayecto. Y mi vena paranoica decidió que me había visto en la dichosa paginita, y que sabía que no sólo estaba sin pareja, sino que estaba buscando "algo" y eso le daba a él derecho al menos a observarme intrusivamente. Llegué a casa, subí corriendo las escaleras de caracol, encendí la luz y me suicidé -no, perdón, eso es de otra historia- ... subí las escaleras, encendí el ordenador y me borré. Seguido de un suspiro.


Mi moraleja: la química es indetectable a través de un ordenador y pretender controlar lo que debe ser espontáneo es una paradoja insalvable (de la que ya hablaba un sesudo psicólogo).

2 comentarios:

Verde Melón dijo...

Es cierto, tenía un compañero de trabajo que estaba "en ganchado" a éste tipo de páginas , tuvo varios intentos de que me "apuntara" y nunca pasé de la página donde tienes que subir una foto, y no te quiero contar con la de "describete en 200 caracteres o los que sean"... una pena hija... una pena.

Y si, el transporte público sin duda es un entramado de amores platónicos que duran un trasbordo... perfectos, aunque nunca han llegado a nada que no fueran unas líneas en un blog.

Saludos domingueros,que aunque sea el día oficial de la pareja también lo es del rastro, de comprar el periódico, de desayunar con churros, del aperitivito antes de comer y del peliculón de antena 3.

;)

almadecántaro dijo...

Verde Melón, que honor.

Es hora de menos amores platónicos de transporte público y más romper las normas sociales de no acercarse a alguien en el súper, ni en el metro, ni en una biblioteca,... Tal vez así consigamos terminar con las páginas de contactos que tanto dinero ganan a costa de nuestras frustaciones. Hay dos tipos de personas: las que fantasean y las que actúan; y yo no paro de fantasear con que actúo...