Recurrentemente, tengo una discusión con una amiga sobre si el talento es algo que viene de serie o si el esfuerzo es suficiente para conseguir grandes cosas (la discusión no es tan simplista, pero por abreviar). Yo soy la que defiende que lo determinante es el talento, y que sin él, el esfuerzo pierde el tiempo. Hay quienes se empeñan y consiguen hacer cuadros-libros-canciones-...(arte, en general) digeribles, incluso bonitos-interesantes-pegadizas. Y, oye, tienen su mérito. Pero sólo los seres con talento consiguen hacer magia. Sólo lo que ellos hacen atrapa y conmueve.
El autor de este cuadro es un niño encantador de una familia bien, que tras un tiempo sin rumbo, y bajo cierta presión familiar para que fuera a la Universidad, estudió Bellas Artes. No parecía algo vocacional, y la gente sospechaba que era la adoración por su padre, también pintor, lo que estaba determinando su elección. Se dejaba llevar. Pero su talento estaba al acecho.
Y ahora no puedo dejar de mirar este cuadro.
Es de Pablo Pereda, y se está exponiendo la colección "Momentos" en el Café Galdós, en Madrid, C/ Madrazo, 22, metro Sevilla.
viernes, 9 de noviembre de 2007
Talento
Así habló almadecántaro a las 19:55
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